Hay
una función fundamental para la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Rio (JMJ
Rio2013): los voluntarios. El 25 de
marzo se lanzará la Campaña Mundial del Voluntariado para la Jornada Mundial de
la Juventud en Rio2013. Para
obtener más información acerca de la labor de los voluntarios y la forma en la
campaña se llevará a cabo, hemos entrevistado a responsables del sector del
voluntariado, Nacimiento Padre Ramón.
Voluntarios JMJ Río 2013 |
Sector
de Comunicación de la JMJ - ¿Quién puede ser voluntario de la JMJ? ¿Qué se necesita?
Nacimiento
Padre Ramón – Cualquier persona que tenga cumplidos los 18 años antes de
iniciarse la JMJ.
JMJ
- ¿Qué significa ser voluntario para el Día?
Padre
Ramón - Yo diría que los voluntarios son el alma de la Jornada, debido a que
los voluntarios son los que hacen el viaje a suceder, que llevan a cabo las
obras, los peregrinos de alojamiento y preparar todo. El brazo de voluntarios de la Jornada se extiende hasta
dar la bienvenida a los peregrinos, para ayudar y dar toda la orientación para
que realmente se puede vivir el Día Mundial de la Juventud.
JMJ
- ¿Cuál es el mensaje de la campaña para ser voluntario?
Padre
Ramón - Nuestro lema es entender que no importa quién eres, no hay dentro de
cada persona en su juventud. Es
necesario para ejercerlo. Usted verá
que la gran pregunta es el ejercicio de su juventud. "Disfruta, compartir, buscar su juventud."
JMJ
- ¿Cuáles son las funciones de los voluntarios? Pueden actuar?
Padre
Ramón - En las más diversas funciones, desde la recepción en el aeropuerto y la
estación de autobuses, preparando el escenario, la seguridad, la entrega de
agua. Es decir, todo lo que sucede en un día.
JMJ
- Para ser voluntario, tengo que estar disponible las 24 horas del día para el
Día Mundial de la Juventud?
Padre
Ramón - No debe ser de 24 horas. Pero,
durante el día se espera que la persona tenga disponibilidad, ya que en estos
días se viven intensamente. Cada uno
da lo poco que tienen, a sabiendas de que durante el día en que tendrá que ser
un poco más grande.
JMJ
- Hoy en día hay 9.000 voluntarios. ¿A
qué número va a llegar?
Padre
Ramón - En total, 60 mil. Sin
embargo, debemos comprender y respetar la cuantificación de estos voluntarios. Debido a estas 60.000
personas, 45.000 son voluntarios diocesanos, no sólo de la Arquidiócesis de Río
de Janeiro, sino que forma parte de la Arquidiócesis de Niterói, Nova Iguaçu y
Duque de Caxias, y el otro 15.000 se dividirá en dos grupos: 7500 de los voluntarios internacionales y 7.500 voluntarios
nacionales.
JMJ
- ¿Por qué es necesario que el número de voluntarios?
Padre
Ramón - Debido a que hay una expectativa. En realidad, esto sigue siendo una estimación. Sólo tendrá ese número cerrado cuando nos organizamos
todas las funciones. Por ahora,
60.000 es un estimado, es como una base para el trabajo.
JMJ
- Quiero ser voluntario, pero todavía no soy un profesional. Habrá algún tipo de formación?
Padre
Ramón - Sí exactamente que está pasando por una formación profesional. Dependiendo del trabajo a realizar, se puede hacer no
sólo con su formación, pero en cierto modo, dentro de una metodología que se
estipula.
JMJ
- ¿Qué tan importante es el trabajo de los coordinadores de la parroquia de
voluntarios de la JMJ Rio2013?
Padre
Ramón - Los coordinadores parroquiales son nuestra presencia en todas las
parroquias, que son nuestros animadores. Son pastillas grandes, nuestros mayores promotores. Sin ellos, no llegó a las parroquias. Cada coordinador de voluntarios en las parroquias es
nuestra presencia, nuestra voz es, a nuestro juicio, es la mano.
JMJ
- Para los voluntarios que viven lejos, se les ofrecerá alimentos y cubrirá el
costo de envío?
Padre
Ramón - Vamos a entender esto: cuando hablamos de voluntarios que viven lejos,
no estamos hablando de la Arquidiócesis de Río de Janeiro o sucursales, que son
Niterói, Nueva Delhi y Caxias. Cuando una
persona se ofrece como voluntario, no se hace responsable por el
desplazamiento, donde la persona vive en Río de Janeiro, y viceversa. En cuanto al desplazamiento dentro de la ciudad, vamos
a culpar. Es decir, el cambio que ella va a
llegar a donde ella vive para llegar a Río de Janeiro es en su nombre. El cambio que tendrá en Río de Janeiro es regresar a
sus hogares a causa de ella. Pero
mientras que ella está aquí sirviendo, el ejercicio de su ministerio como
miembro voluntario de la Jornada Mundial de la Juventud, vamos a tener cuidado
de que tiene que moverse y, por supuesto, vamos a ver que ella está bien
alimentado. Y nos reunimos en algunas parroquias
locales a fin de que se encuentra alojado.
Por
Renato Francisco
Pero, ¿cómo que las embarazadas no son
víctimas de acoso y presión?
Aun
cuando seguimos creyendo (ver los editoriales de ECCLESIA de los números 3.609
y 3.610) que es necesario esperar a conocer más en concreto y en detalle la
anunciada reforma de la vigente y tan inicua ley del aborto, no podemos pasar
ahora por alto las declaraciones del 7 de marzo del ministro de Justicia en el
Congreso de los Diputados y la furibunda reacción de la izquierda y del
progresismo oficial y de boquilla a las mismas. El titular de Justicia del
Ejecutivo español citó como uno de los pilares de la reforma que pretende
llevar a cabo la defensa de la maternidad como un derecho a proteger. Y, a
renglón seguido, denunció la soterrada violencia y manifiesta marginación con
la que son tratadas algunas mujeres embarazadas en el ámbito laboral y en otras
esferas sociales.
¿Que
qué es lo que pasó? El ministro se comprometió a defender «el derecho
reproductivo por excelencia de la mujer», que, es «el de la maternidad», y
además afirmó que las mujeres se ven sometidas «en muchas ocasiones» a una
«violencia de género estructural por el mero hecho del embarazo». Y como si el
mundo –y con él la razón, la lógica, el sentido común y la evidencia de los
hechos y de los datos– se hubiera vuelto al revés, sobre Ruiz Gallardón y el
Gobierno llovió una auténtica catarata de críticas, descalificaciones y
exabruptos. Pero, ¿dónde está el «delito»? Se trata con tal griterío de buscar
la bronca política, de un rasgarse farisaico de las vestiduras o de un grave
ofuscamiento de una viciada razón que rinde pleitesía y pretende hacerla
rendirse a la cultura de la muerte? ¿Cómo es posible que se niegue la evidencia
de que las mujeres embarazadas son sometidas, hasta en nueve de cada diez
casos, a un «mobbing maternal» en su trabajo, como avalan datos contrastados
facilitados estos días por asociaciones en defensa de la vida y de la mujer
embarazada? Y ¿cómo se puede negar la obviedad de que el derecho reproductivo
por excelencia de la mujer es el de la maternidad? De no ser así, ¿cuál sería
entonces?
La
Iglesia católica se dispone a celebrar el 25 de marzo el Día de la Vida. En
este contexto y ajena todavía a la polémica citada, los obispos de la
Subcomisión Episcopal de Familia y Vida han hecho público su tradicional
mensaje, que la semana próxima publicaremos íntegramente. En él podemos leer:
«Debemos evitar que la cultura de la muerte promueva en la legislación
agresiones contra la vida, presentadas como si fuesen manifestaciones de
progreso o incluso como muestras de humanitarismo. El amor a la persona
–prosigue la nota episcopal– lleva consigo el respeto a la vida naciente desde
la fecundación y el cuidado a las madres embarazadas, de modo que puedan llevar
a término su vocación maternal, en lo posible, en un entorno familiar adecuado.
De ahí que la familia sea fundamental en el itinerario educativo y para el
desarrollo de las personas y de la sociedad. Es necesario –concluye nuestra
cita de la nota– elaborar políticas familiares justas que favorezcan la institución familiar, y
promover leyes que ayuden al desarrollo de una cultura de la vida para crecer
en humanidad».
Y
en estas y solo en estas podemos y debemos estar. Así lo demandan la recta
razón, la ley natural, la ley de Dios y el más elemental sentido de humanidad.
Y polémicas como las generadas tras las declaraciones del ministro de Justicia
son radicalmente injustas y transmiten la idea de hasta qué punto la cultura de
la muerte transita por nuestra sociedad y amenaza con minar sus mejores
cimientos y referencias. No todo vale en la «bronca» política y partidista. Y
llega ya la hora de desenmascarar mentiras, demagogias y fundamentalismos, más
graves y nocivos todavía cuando parten y se hacen desde postulados y reclamos
supuestamente defensores de derechos –algunos absolutamente inexistentes como
el pretendido derecho al aborto– y de progreso.
Por
cierto, que la última mujer que fue en España a la cárcel por abortar fue en
1966..., una decena de años, pues, antes de la llegada de la democracia. Y por cierto
también, que, según denuncia del sindicato Comisiones Obreras, la ONG «Mujeres
Progresistas», próxima al principal partido de la oposición, acaba de despedir
en Almería a una trabajadora tras anunciar que está embarazada.
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