jueves, 22 de marzo de 2012

Quiero ser voluntario en la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013 - Voluntarios JMJ Rio 2013


Hay una función fundamental para la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Rio (JMJ Rio2013): los voluntarios. El 25 de marzo se lanzará la Campaña Mundial del Voluntariado para la Jornada Mundial de la Juventud en Rio2013. Para obtener más información acerca de la labor de los voluntarios y la forma en la campaña se llevará a cabo, hemos entrevistado a responsables del sector del voluntariado, Nacimiento Padre Ramón.
Voluntarios JMJ Río 2013

Sector de Comunicación de la JMJ - ¿Quién puede ser voluntario de la JMJ? ¿Qué se necesita?
Nacimiento Padre Ramón – Cualquier persona que tenga cumplidos los 18 años antes de iniciarse la JMJ.
JMJ - ¿Qué significa ser voluntario para el Día?
Padre Ramón - Yo diría que los voluntarios son el alma de la Jornada, debido a que los voluntarios son los que hacen el viaje a suceder, que llevan a cabo las obras, los peregrinos de alojamiento y preparar todo. El brazo de voluntarios de la Jornada se extiende hasta dar la bienvenida a los peregrinos, para ayudar y dar toda la orientación para que realmente se puede vivir el Día Mundial de la Juventud.
JMJ - ¿Cuál es el mensaje de la campaña para ser voluntario?
Padre Ramón - Nuestro lema es entender que no importa quién eres, no hay dentro de cada persona en su juventud. Es necesario para ejercerlo. Usted verá que la gran pregunta es el ejercicio de su juventud. "Disfruta, compartir, buscar su juventud."
JMJ - ¿Cuáles son las funciones de los voluntarios? Pueden actuar?
Padre Ramón - En las más diversas funciones, desde la recepción en el aeropuerto y la estación de autobuses, preparando el escenario, la seguridad, la entrega de agua. Es decir, todo lo que sucede en un día.
JMJ - Para ser voluntario, tengo que estar disponible las 24 horas del día para el Día Mundial de la Juventud?
Padre Ramón - No debe ser de 24 horas. Pero, durante el día se espera que la persona tenga disponibilidad, ya que en estos días se viven intensamente. Cada uno da lo poco que tienen, a sabiendas de que durante el día en que tendrá que ser un poco más grande.
JMJ - Hoy en día hay 9.000 voluntarios. ¿A qué número va a llegar?
Padre Ramón - En total, 60 mil. Sin embargo, debemos comprender y respetar la cuantificación de estos voluntarios. Debido a estas 60.000 personas, 45.000 son voluntarios diocesanos, no sólo de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, sino que forma parte de la Arquidiócesis de Niterói, Nova Iguaçu y Duque de Caxias, y el otro 15.000 se dividirá en dos grupos: 7500 de los voluntarios internacionales y 7.500 voluntarios nacionales.
JMJ - ¿Por qué es necesario que el número de voluntarios?
Padre Ramón - Debido a que hay una expectativa. En realidad, esto sigue siendo una estimación. Sólo tendrá ese número cerrado cuando nos organizamos todas las funciones. Por ahora, 60.000 es un estimado, es como una base para el trabajo.
JMJ - Quiero ser voluntario, pero todavía no soy un profesional. Habrá algún tipo de formación?
Padre Ramón - Sí exactamente que está pasando por una formación profesional. Dependiendo del trabajo a realizar, se puede hacer no sólo con su formación, pero en cierto modo, dentro de una metodología que se estipula.
JMJ - ¿Qué tan importante es el trabajo de los coordinadores de la parroquia de voluntarios de la JMJ Rio2013?
Padre Ramón - Los coordinadores parroquiales son nuestra presencia en todas las parroquias, que son nuestros animadores. Son pastillas grandes, nuestros mayores promotores. Sin ellos, no llegó a las parroquias. Cada coordinador de voluntarios en las parroquias es nuestra presencia, nuestra voz es, a nuestro juicio, es la mano.
JMJ - Para los voluntarios que viven lejos, se les ofrecerá alimentos y cubrirá el costo de envío?
Padre Ramón - Vamos a entender esto: cuando hablamos de voluntarios que viven lejos, no estamos hablando de la Arquidiócesis de Río de Janeiro o sucursales, que son Niterói, Nueva Delhi y Caxias. Cuando una persona se ofrece como voluntario, no se hace responsable por el desplazamiento, donde la persona vive en Río de Janeiro, y viceversa. En cuanto al desplazamiento dentro de la ciudad, vamos a culpar. Es decir, el cambio que ella va a llegar a donde ella vive para llegar a Río de Janeiro es en su nombre. El cambio que tendrá en Río de Janeiro es regresar a sus hogares a causa de ella. Pero mientras que ella está aquí sirviendo, el ejercicio de su ministerio como miembro voluntario de la Jornada Mundial de la Juventud, vamos a tener cuidado de que tiene que moverse y, por supuesto, vamos a ver que ella está bien alimentado. Y nos reunimos en algunas parroquias locales a fin de que se encuentra alojado.
Por Renato Francisco





Pero, ¿cómo que las embarazadas no son víctimas de acoso y presión?

Aun cuando seguimos creyendo (ver los editoriales de ECCLESIA de los números 3.609 y 3.610) que es necesario esperar a conocer más en concreto y en detalle la anunciada reforma de la vigente y tan inicua ley del aborto, no podemos pasar ahora por alto las declaraciones del 7 de marzo del ministro de Justicia en el Congreso de los Diputados y la furibunda reacción de la izquierda y del progresismo oficial y de boquilla a las mismas. El titular de Justicia del Ejecutivo español citó como uno de los pilares de la reforma que pretende llevar a cabo la defensa de la maternidad como un derecho a proteger. Y, a renglón seguido, denunció la soterrada violencia y manifiesta marginación con la que son tratadas algunas mujeres embarazadas en el ámbito laboral y en otras esferas sociales.

¿Que qué es lo que pasó? El ministro se comprometió a defender «el derecho reproductivo por excelencia de la mujer», que, es «el de la maternidad», y además afirmó que las mujeres se ven sometidas «en muchas ocasiones» a una «violencia de género estructural por el mero hecho del embarazo». Y como si el mundo –y con él la razón, la lógica, el sentido común y la evidencia de los hechos y de los datos– se hubiera vuelto al revés, sobre Ruiz Gallardón y el Gobierno llovió una auténtica catarata de críticas, descalificaciones y exabruptos. Pero, ¿dónde está el «delito»? Se trata con tal griterío de buscar la bronca política, de un rasgarse farisaico de las vestiduras o de un grave ofuscamiento de una viciada razón que rinde pleitesía y pretende hacerla rendirse a la cultura de la muerte? ¿Cómo es posible que se niegue la evidencia de que las mujeres embarazadas son sometidas, hasta en nueve de cada diez casos, a un «mobbing maternal» en su trabajo, como avalan datos contrastados facilitados estos días por asociaciones en defensa de la vida y de la mujer embarazada? Y ¿cómo se puede negar la obviedad de que el derecho reproductivo por excelencia de la mujer es el de la maternidad? De no ser así, ¿cuál sería entonces?

La Iglesia católica se dispone a celebrar el 25 de marzo el Día de la Vida. En este contexto y ajena todavía a la polémica citada, los obispos de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida han hecho público su tradicional mensaje, que la semana próxima publicaremos íntegramente. En él podemos leer: «Debemos evitar que la cultura de la muerte promueva en la legislación agresiones contra la vida, presentadas como si fuesen manifestaciones de progreso o incluso como muestras de humanitarismo. El amor a la persona –prosigue la nota episcopal– lleva consigo el respeto a la vida naciente desde la fecundación y el cuidado a las madres embarazadas, de modo que puedan llevar a término su vocación maternal, en lo posible, en un entorno familiar adecuado. De ahí que la familia sea fundamental en el itinerario educativo y para el desarrollo de las personas y de la sociedad. Es necesario –concluye nuestra cita de la nota– elaborar políticas familiares justas  que favorezcan la institución familiar, y promover leyes que ayuden al desarrollo de una cultura de la vida para crecer en humanidad».

Y en estas y solo en estas podemos y debemos estar. Así lo demandan la recta razón, la ley natural, la ley de Dios y el más elemental sentido de humanidad. Y polémicas como las generadas tras las declaraciones del ministro de Justicia son radicalmente injustas y transmiten la idea de hasta qué punto la cultura de la muerte transita por nuestra sociedad y amenaza con minar sus mejores cimientos y referencias. No todo vale en la «bronca» política y partidista. Y llega ya la hora de desenmascarar mentiras, demagogias y fundamentalismos, más graves y nocivos todavía cuando parten y se hacen desde postulados y reclamos supuestamente defensores de derechos –algunos absolutamente inexistentes como el pretendido derecho al aborto– y de progreso.

Por cierto, que la última mujer que fue en España a la cárcel por abortar fue en 1966..., una decena de años, pues, antes de la llegada de la democracia. Y por cierto también, que, según denuncia del sindicato Comisiones Obreras, la ONG «Mujeres Progresistas», próxima al principal partido de la oposición, acaba de despedir en Almería a una trabajadora tras anunciar que está embarazada.


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